de cráneo). Dentro de las consideraciones especiales podemos mencionar el levantamiento facial, que nos aportará datos
más específicos en el identoestomatograma; incisión en “V” y exploración anterior por planos del cuello en aquellos casos
por ahorcadura y
estrangulamiento; incisión posterior en “X” cuando el Perito Médico así lo determine necesario, para
exploración posterior por planos del cuerpo en aquellos casos donde se presenten contusiones como por ejemplo en
hechos de tránsito terrestre tipo choque o atropellamiento; incisión sobre línea media posterior para la exploración de
columna vertebral y extracción de cuerpos vertebrales o médula espinal; extracción de bloque cervical para examen de
arterias vertebrales; disección perineal o intestinal.
Cavidad craneana: palpar la cabeza y examinar las superficies externas e internas del cuero cabelludo, refiriendo
trauma, hemorragia o hematoma y fractura. Extraer la bóveda del cráneo cuidadosamente y referir presencia de
hematomas epidurales y subdurales. Cuantificar, pesar y recabar todo hematoma presente. La extracción del encéfalo se
inicia abriendo el seno longitudinal superior y la duramadre mediante cortes paralelos al seno longitudinal, se corta la
inserción anterior de la hoz del cerebro en la apófisis Crista Galli y se reclina hacia atrás, quedando al descubierto la
superficie externa del cerebro recubierta por la piamadre, se separa hacia atrás uno de los hemisferios con lo que se pone
al descubierto la tienda del cerebelo, el cual se secciona, lo anterior permite cortar las uniones del cerebro con la base del
cráneo, siguiendo los nervios ópticos, arteria carótida, nervios motor ocular común, trigémino, motor ocular externo, facial,
auditivo, glosofaríngeo, neumogástrico, espinal e hipogloso y arteria vertebral, esta operación se lleva a cabo
primeramente de un lado y posteriormente del lado restante. En caso de no haber efectuado extracción del raquis, se
corta transversalmente la médula en la profundidad del conducto raquídeo para finalmente extraer el encéfalo y se
refieren anomalías en caso de existir. Debe comentarse especialmente la atrofia de la corteza cerebral, ya sea focal o
generalizada. Evaluar los vasos cerebrales.
Cuello: En el cuello es factible utilizar diversas incisiones algunas de ellas permiten disimular la incisión cutánea, sin
embargo, el tipo de corte quedará exclusivamente a criterio del Perito Médico, la más frecuente y que permite una mejor
visualización y maniobrabilidad es la longitudinal, que va de la región submentoniana hasta la horquilla del tórax. Para la
extracción de las estructuras cervicales se realiza un corte por debajo del mentón a través del suelo de la boca y se
practican dos incisiones laterales siguiendo la cara interna del maxilar, se extrae y se tracciona la lengua para seccionar
la pared posterior de la faringe para finalmente disecar el espacio prevertebral, formándose un solo bloque con todas las
estructuras del cuello. Deberá ser examinado después de haber drenado los vasos del cuello. Se verificará la integridad
muscular y del paquete neurovascular, posteriormente extraer las estructuras del cuello, teniendo cuidado de no fracturar
el hioides. Diseccionar y describir todas las lesiones. Examinar la mucosa de la laringe y esófago y referir de petequia,
edema o quemaduras causadas por sustancias corrosivas, así como de sustancias u objetos encontrados en la luz de
esas estructuras. Examinar la tiroides. Separar y examinar las paratiroides, si es fácil su identificación. Cuando el Perito
Médico determine necesario debe examinar la columna cervical, torácica y lumbar, las vértebras desde sus aspectos
anteriores y hacer mención de datos de fractura, dislocación, compresión o hemorragia. En los casos en que se sospeche
que hay lesiones espinales, diseccionar y describir la médula espinal, examinarla y hacer referencia de hemorragia de los
músculos paravertebrales en caso de haberla. De ser necesario el examen posterior se recomienda para evaluar las
lesiones cervicales altas en donde se apertura el canal espinal y se extrae la médula, haciendo cortes transversales cada
5 mm refiriendo la existencia de anormalidad.
Cavidad Torácica. El tórax puede ser abierto por medio de diferentes incisiones, la longitudinal es la recomendable ya
que permite mayor campo visual y esta misma se prolonga hasta la sínfisis del pubis para la apertura de la cavidad
abdominal; la disección por planos anatómicos quedará a criterio del Médico, quien establecerá la necesidad de llevarlo a
cabo de esa manera o efectuar una sola incisión que permita el acceso directo a la cavidad. Para ingresar propiamente a
cavidad torácica se recomienda el corte de los arcos costales por medio del costotomo, siguiendo una dirección hacia
fuera de la línea media. Se debe dejar constancia de toda fractura costal, tomando nota de si hay maniobras de
reanimación cardiopulmonar. Antes de incidir, comprobar la presencia de enfisema subcutáneo a través de la palpación.
Dejar constancia del grosor de la grasa subcutánea. Inmediatamente después de incidir el tórax, evaluar el espacio
pleural y el saco del pericardio para detectar la presencia de sangre o de otro fluido y describir y cuantificar los mismos.
Guardar si el Perito Médico lo determina, todo fluido presente hasta explicar la presencia de objetos extraños. Describir la
presencia de embolismo gaseoso, caracterizado por sangre espumosa dentro de la aurícula y el ventrículo derechos.
Documentar toda lesión antes de extraer los órganos con todas las fotografías que sean necesarias. Si no hay sangre en
otros sitios, tomar una muestra directamente del corazón. Examinar el corazón, tomando nota del grado y la ubicación de
enfermedad arterial coronaria o de otras anomalías. El examen macroscópico del corazón se recomienda efectuarlo de la
siguiente manera: Inspeccionar el pericardio, abrirlo y explorar la cavidad pericárdica; posteriormente revisar la anatomía
de las grandes arterias antes de seccionarlas a por lo menos 3 cm. por arriba de las válvulas aórtica y pulmonar. Se
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EL ESTADO DE COLIMA